Diamantes naturales vs Diamantes artificiales — lo que deberías saber
La gema más conocida e importante con mayor apreciación es el diamante. Esta gema es apreciada desde la antigüedad por su gran dureza y sus especiales virtudes que la rodean. En la Grecia antigua, se les llamaba “adamas”, lo que, en otras palabras significa indomable e invencible, siendo este término la génesis de su actual denominación. En su origen, se usaban en bruto, y, el tallaje de los mismos se comenzó a partir del siglo XIV.
A día de hoy, la valoración del diamante se realiza en función de cuatro factores: peso, color, pureza y talla. Los diamantes tienen múltiples funciones, no solo en joyería, sino a nivel industrial. Asimismo, los que no cumplen las cualidades para la industria joyera, se destinan para usos industriales con fines técnicos de abrasión.
¿Cuál es el componente principal de los diamantes?
Un diamante se compone mayormente de carbono, aunque, puede, en menor medida, contener algunas cantidades de otros elementos como Nitrógeno, Boro e Hidrógeno. Su cristalización es cúbica, aunque, también los hay rombododecaedros o, con curvaturas. Suelen ser de color amarillo claro o incoloro, aunque también los hay con tonalidades claras azules, verdes, naranjas, rosas, o, incluso, marrones. Son excelentes conductores de calor y de una dureza extrema, de hecho, es la gema con mayor dureza de todas.
¿Cuál es el origen de los diamantes?
Los diamantes se forman en la capa superior del manto terrestre, en rocas peridotitas y eclogitas a una temperatura 1000 – 1600 ºC (a una profundidad de unos 200 km) y una presión de 45-60 Kbar. Los diamantes más antiguos se formaron hace unos 3300 millones de años y los más modernos hace unos 900 millones.
¿Cuál es el origen de los diamantes sintéticos?
Se obtuvo por primera vez en el año 1954 por la General Electric utilizando un método de cristalización del carbono en diamante a altas presiones y temperaturas. En este método se utilizan presiones de 50-60 Kbar, y, temperaturas superiores a las del diamante original, de 1300 – 1600ºC, por lo que se recrean temperaturas y condiciones similares a las del manto terrestre. El método se conoce como HPHT, los diamantes creados no eran de gran calidad, por lo que se destinaban a usos abrasivos.
Fue en 1970, cuando se obtuvieron los primeros diamantes sintéticos para uso en joyería, se consiguieron diamantes de hasta un quilate de peso. En un primer momento, los diamantes sintéticos eran mucho más caros que los naturales, ya que los costes eran muy altos. En 1990 aparecieron las primeras empresas que comercializaron este tipo de diamantes, ya que, gracias a la tecnología, los costes se abarataron mucho.
¿Hay otras imitaciones de los diamantes?
La respuesta es sí, y esto es algo normal, ya que, al tratarse de un material tan preciado, lo lógico es que surgiesen múltiples copias. Asimismo, en 1976 surgió el óxido de zirconio cúbico (zirconita), una de las mejores imitaciones del diamante. Recientemente, se ha creado la moissantina, otra gran imitación al diamante.
Es muy fácil de detectar que la zirconita no es un diamante, debido a su conductividad térmica, menor que la del diamante. La moissantina, por su parte, tiene una conductividad térmica similar a la del diamante, por lo que su detección se complica.
¿Cómo regular el uso de los diamantes?
Para la regulación de los diamantes se han creado ciertas instituciones para garantizar la correcta denominación de los diamantes, como son el Gemological Institute of America (GIA), America Gem Society (AGS) o el propio del Instituto Gemológico Español (IGE), reconocidas internacionalmente.
¿Qué son los llamados “diamantes de sangre”?
Este tipo de diamantes son los que se extraen de países donde existen conflictos bélicos, violaciones y vulneración de los derechos humanos más fundamentales con el propósito de financiar los costes de la guerra. En 2003, las Naciones Unidas en colaboración con el sector del diamante desarrollaron el acta del Proceso Kimberley. Además de este proceso, se establece un listado tanto de los países productores comprometidos con el Proceso Kimberley, como aquellos que lo rechazan.
El Proceso Kimberly va dirigido a los diamantes en bruto, sin él, los diamantes serían un sinónimo de explotación y vulneración de los derechos humanos.
¿Cómo complementa Tracemark al Proceso Kimberley?
Tracemark es la única empresa en el mundo capaz de proporcionar la trazabilidad completa e independiente certificada para joyería desde su origen al consumidor final. Aquí radica la importancia de nuestra marca, acercamos la mina al cliente final y revelamos la historia de cada una de nuestras piezas. Cada paso de la cadena de suministro de una joya se audita y registra, por lo que certificamos que nuestras piezas sean sostenibles y respetuosas con los trabajadores y el medio ambiente.
Para Tracemark, la posibilidad de que tan solo un trabajador de la cadena de suministro esté bajo unas condiciones que vulneren sus libertades como individuo no es una opción. Asimismo, nos encargamos de pedir la documentación de cada uno de los pasos por los que circulan nuestras materias primas para que un tercero audite y verifique la autenticidad de todo lo anterior.
Sin respeto a los derechos y sin sostenibilidad en unos años no habrá joyería, la industria joyera será sostenible o no será.